6 feb 2013

CAPITULO 7: MACHU PICHU, LA 4ª MARAVILLA DEL MUNDO MODERNO (1ª PARTE)

Suena el despertador bien temprano. Hoy es el día. Son años esperando este momento. Por fin, se va a cumplir uno de esos sueños que uno tiene desde niño. Y como un niño lo afrontas. Con la misma sensación de la noche de Reyes que cuando eres un crio. No puedes dormir. De acuerdo que yo no soy muy de dormir, pero esa noche había justificación sobrada. A las 4:30 de la mañana estamos en pie. Ducha rápida, organización express de macutos y a desayunar. Yo desayuno a modo pavo. No puedo esperar más... La impaciencia se apodera de mi cuerpo y bajo a comprar los billetes para el autobus a Machu Pichu.


Machu Pichu



No son aun las 5:00 AM y la cola ya es tremenda. Es de locos el gentío que aguarda para subir a los buses que te llevan hasta el recinto sagrado. Compro los billetes y me quedo en la cola, esperando que venga el resto de la tropa. A las 5:00 en punto comienzan a embarcar los primeros turistas en los buses. Nosotros lo hacemos a las 5:20, debido a la cola que se había formado. El bus sale de Aguas Calientes y uno se pregunta si de verdad esto es Perú. El páramo de los días anteriores se ha tornado un bosque frondoso. Prácticamente una selva. La sensación es de estar en Suiza en lugar de en Perú. El bus sube por el camino hacia Machu Pichu mientras las claridad del día va ganandole la partida a la oscura noche. Cada vez más altura. Cada vez un paisaje más espectacular. Cada vez más cerca. Cada vez más nervios.


Media interminable hora después, allí estabamos. A las puertas de Machu Pichu. Al recinto lo cubren las nubes, lo cual te da una gran desazón. Hemos hecho un esfuerzo considerable para ver la salida del sol desde Machu Pichu y ahora está todo nublado. Hacemos cola para entrar al recinto y una vez dentro, nos dirigimos al punto más alto, donde salen las mejores fotografías. El sol no quiere hacer aun acto de presencia. Sabemos que está a punto de salir, pero se hace de rogar. Las nubes rodean el recinto sagrado de Machu Pichu y una orda de fieles seguidores aguarda el momento.


Y por fin, fiel a su cita y con majestusa puntualidad, el astro Rey hace su aparición. Las nubes se doblegan ante tan poderoso monarca y dejan el recinto al descubierto por completo. Como si de una danza se tratara. Las nieblas que te impiden ver el increible recinto sagrado se disipan como por arte de magia a la misma velocidad que desde las cumbres andinas, el sol empieza a asomar. Para cuando los primeros rayos impactan con los muros de piedra de Machu Pichu, todas las nubes se han disipado en el horizonte. Son apenas dos minutos, pero son los dos minutos más mágicos que hoy en día se pueden observar sobre la tierra. La magia en Machu Pichu existe y nosotros podemos decir que hemos sido testigo de ella.


Para cuando recobramos el sentido, vino el "momento foto". Todos a la vez. Como si no hubiera más sitios, a hacernos la típica foto de Machu Pichu. Con gente, sin gente. Solo, con tu pareja. Dándote un beso, con el pulgar hacia arriba. Con el grupo de amigos. Con tu padre, con el perro.... Es lógico. Esos rayos de sol apenas duran unos minutos y todos queremos captarlos. Es Machu Pichu y su vorágine. Nosotros no ibamos a ser menos. Fotos solos, en grupo, en pareja, haciendo el "puking", panorámica... Cien fotos casi iguales... A veces uno no sabe si jubilar aquellos míticos carretes de 36 fotos fue tan buena idea...
Puking in Machu Pichu

Para cuando acabamos de hacer las fotos, tenemos a hora justa para atravesar el recinto. El motivo es que tenemos entradas limitadas (400 personas al día en dos turnos de 200 personas) para acceder al Wayna Pichu. O lo que es lo mismo, esa montaña cónica que aparece en todas las imágenes de Machu Pichu. Así que vamos directos a la entrada que da acceso al Wayna Pichu, donde nos espera una dura ascensión.

Wayna Pichu

La subida a Wayna Pichu es larga, empinada y por tramos, peligrosa. Se trata de un pequeño sendero que vertiginosamente asciende hasta la cima del monte . De media se tarda alrededor de una hora en completar la subida.  Nosotros elegimos el turno de las 7 AM para subir, por lo que al menos, hicimos la ascensión sin demasiado calor. El camino es bonito y frondoso. Las vistas, sencillamente increibles. Tras mas o menos una hora de dura subida llegamos a la cima. 

Incio del sendero a Wayna Pichu

En la cima existen otras ruinas que también visitamos. Lo bueno es que al estar limitada la entrada al recinto, no hay demasiadas aglomeraciones. Al rato de estar en el recinto, nos da un poco de hambre. Sacamos de la mochila los bollos y el queso que llevabamos del día anterior, además de alguna tableta de chocolate. Marta pasa directamente del queso, que huele regular. Roger, Toni y yo nos atrevemos con él. Al abrirlo, sale un pelo negro del queso... mal rollo. Aun asi le damos unos bocados. Roger y yo enseguida pasamos del queso, aunque Toni sigue comiendo, dice que no es para tanto... Aun cuando lo recuerdo me dan arcadas... El caso es que a partir de ese momento, Toni comenzó a sentirse un poco mal...

Camino de Wayna Pichu

Descansamos un rato al sol y aprovechamos para dar una cabezada y descansar. Una siestecita corta pero que nos da la vida. En ese rato de relax, Roger nos muestra su pierna. Tiene varias picaduras de pulgas o de algún insecto. Le enseño la mía y me burlo de él; yo solo tengo una. Una picadura más o menos gorda con un bulto negro. Una picadura de un bicho cualquiera... Terminamos de visitar el recinto y emprendemos la bajada. El camino de vuelta a Machu Pichu nuestro coincide con el de ascenso del turno de las 11 de la mañana, así que en algunos tramos, hay bastante tráfico. Roger y Marta nos cogen ventaja.. Toni viene muy débil y cansada y viene muy lenta. Me confirma que se está empezando a encontrar mal. Así que el descenso se hace eterno, además de peligroso en algunos tramos, porque hay zonas que un simple resbalón y no lo cuentas....

Machu Pichu desde Wayna Pichu

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